La Residencia Escolar Infanta María Teresa, sita en la calle del Príncipe de Vergara, en Madrid, acoge a los alumnos y alumnas internos que estudian en el Colegio “Marqués de Vallejo”, de Valdemoro. Esta situación es el fruto de la larga evolución histórica de la Guardia Civil, de su Asociación Pro Huérfanos y de sus centros docentes.

La preocupación por la educación y formación de los huérfanos e hijos del Cuerpo de la Guardia Civil aparece de forma temprana y estrechamente ligada desde el nacimiento de la institución en 1844. Apenas habían transcurrido nueve años desde la puesta en marcha de la Guardia Civil, cuando su fundador, el Duque de Ahumada, perfilaba los detalles para la creación de un Centro que diera acogida a los huérfanos e hijos del personal del Cuerpo, y “para premiar en los hijos las virtudes de los padres”. Fue por Real Orden de 1 de abril de 1853 en la que se autorizaba al Duque de Ahumada a crear la “Compañía de Guardias Jóvenes”, órgano que podemos considerar como el precedente directo de los Colegios de la Guardia Civil y en concreto del actual Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada” de Valdemoro, inicialmente con la función de acoger y formar a los varones mayores de 12 años, huérfanos e hijos del Cuerpo.

En 1879, la tarea de dar educación y formación a los huérfanos e hijos de los Guardias Civiles experimenta un fuerte impulso con la creación del Asilo de Huérfanos y la donación de la finca de Valdemoro denominada “El Juncarejo”, propiedad de los Marqueses de Vallejo “a favor de los huérfanos e hijos de jefes, oficiales e individuos de tropa del Cuerpo”. Finalizada la construcción en 1885 nace el Colegio “Marqués de Vallejo”, este centro daría acogida a las huérfanas de la Guardia Civil, que serían atendidas y educadas por la Hijas de la Caridad.

En ese momento, la Guardia Civil disponía de una Sección Femenina en el Colegio “Marqués de Vallejo” y una Sección Masculina adscrita al Colegio de Guardias Jóvenes, todo ello gestionado por la Asociación General de la Guardia Civil.

En el mes de enero de 1895 se adquiere la finca de las “Cuarenta Fanegas” de la actual Calle Príncipe de Vergara de Madrid.

Por Real Orden 10 de enero de 1910 se crea el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil, que sustituye al antiguo Asilo de Huérfanos.

El Colegio Infanta María Teresa fue inaugurado oficialmente el 12 de octubre de 1914 como un centro en el que se procuraría formación académica a aquellos huérfanos que, por distintas razones, no pudieran acceder al empleo de Guardia Civil, así como a aquellos hijos que no tuvieran la posibilidad de acceder a estudios, por estar destinados sus padres en lugares alejados de los centros de enseñanza media y superior. El nombre del Colegio se debe a la hermana de Su Majestad el Rey, Don Alfonso XIII, ésta murió en Madrid el 23 de septiembre de 1912 y el propio Rey quiso honrar su memoria cuando fue a colocar la primera piedra del centro, en diciembre de 1912.

Por Orden Ministerial de 8 de julio 1941 la Asociación adopta la denominación actual manteniendo el objetivo primordial de acoger y dar educación.

Hasta 1936, el Colegio se organizaba con una estructura muy parecida a la militar, siendo el Coronel Director del Colegio de Guardias Jóvenes el que asumía la dirección de los tres colegios. Durante la Guerra Civil, los alumnos fueron evacuados primero a Ciudad Real y después a Alicante; al finalizar la contienda, los huérfanos fueron enviados a sus casas hasta que se pudo reorganizar la vida escolar. La época de la posguerra fue un período de máxima ocupación en el internado. Se contabilizaron hasta 500 alumnos, con edades comprendidas entre seis y dieciocho años.

En los primeros años se impartían: Primera enseñanza, Bachillerato, Correos y Telégrafos e inicialmente los profesores del Infanta eran miembros del Cuerpo, posteriormente la enseñanza fue encomendada a los Hermanos Maristas y finalmente se contrató personal docente de carácter civil.

En la década de los años cincuenta, se decidió abrir el Colegio a alumnos externos.

Por Orden Ministerial de 16 de marzo de 1960 se reconoce con el carácter de persona jurídica de interés público a la ya existente Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil, manteniéndose que “tiene por primordial objeto acoger y dar educación a los hijos de los socios fallecidos”.

En 1959 se crea la residencia universitaria masculina de la Asociación y en 1976 la femenina, en la actualidad es mixta y acoge a más de 250 residentes universitarios.

Fue en el curso 1982 cuando el Colegio Infanta se hizo mixto. En el año 2005, la congregación de las Hijas de la Caridad cesó su actividad en el internado femenino de Valdemoro, por lo que las alumnas internas quedaron integradas en el Internado Infanta María Teresa, en Madrid.

Desde el inicio del curso 2013 todas las enseñanzas escolares se reunieron en el Colegio “Marqués de Vallejo”, de Valdemoro, permaneciendo el internado en Madrid para atender mejor a las necesidades de los alumnos y alumnas huérfanos y de hijos del Cuerpo de la Guardia Civil.

Desde 1885 la Asociación ha estado volcada en la atención a los huérfanos e hijos del Cuerpo, a partir de ahora comienza una nueva etapa de apertura a la sociedad a través de sus centros educativos.  La Residencia Escolar Infanta María Teresa se siente depositaria de una larga tradición histórica dedicada a la educación y afronta con ilusión y deseos de mejora continua, el reto de adaptarse a los nuevos tiempos y ofrecer sus servicios a otros grupos sociales.